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sábado, 29 de noviembre de 2008

Sale el sol

Por Dios, Dios por, lo que acabo de ver: he salido ,como casi todos los días, a saludar al amanecer. Y este generoso me ha regalado:

El instante preciso,el segundo exacto cuando sale el sol.
Una cresta de abubilla despistada, desplegada a la primera luz,al primer calor.


Las palomas arracimadas,en árboles de metal, dandose amor.
Las urracas , limpiando su frac,después de una noche de botellón.
Las lavanderas con la ropa tendida, sacudiendo la escarcha, de la fiebre helada, del sábado noche.
Los conejos con pareja,esos no , en hoteles de tercera apurando... el desamor.
Trigueros, del color de la tierra,aclarandose la voz.
Un canto de perdíz, que despiste al cazador.
Estorninos,fruto de los pinos, preparandose para ir de crucero al ecuador.
La última estrella, su fulgor. Promesa que regresa esta noche. Seguro.
La luna, coqueta, su blanco helador.
Una nube ,buscando su rebaño y al señor pastor.
El sonido de la risa, de lo que ayer empieza y tiene continuación.
El llanto de lo efímero, la puerta abierta del dolor.
El lenguaje secreto de los cuerpos que comparten,cama, colchón , manta,edredón y el sonido de cigarra del puto despertador.
Ah y la sensación de ser el único despierto en este jardín,en este salón.

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